Los vecinos temen una plaga de ratas al bajar el caudal del río en Puente Duero
Los afectados piden a la CHD la «retirada urgente» de las toneladas de troncos acumulados durante la última crecida
La última crecida del Duero, registrada a comienzos de mes, dejó decenas de toneladas de troncos encallados en su cauce a su paso por el barrio más alejado de la capital (Puente Duero). Pero el río, desde entonces, ha descendido de manera notable, y aún no lo hará más. «Los vecinos tienen miedo de que en cuanto se estabilice el caudal y baje aún más el nivel tengamos una plaga de ratas debido a la acumulación de madera y lodos al borde de las viviendas», anticipa el presidente de la asociación Nuestra Señora del Duero, Juan Carlos Prieto, quien reclama a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) una «limpieza urgente del cauce en cuanto sea posible para evitar problemas mayores durante el verano».
Pero el río, que durante la primera semana de abril llegó a
multiplicar por diez su caudal habitual, aún baja con más agua de lo
normal e impide ver «realmente lo que arrastró y permanece aún
cubierto». Lo que sí se ve son cientos de enormes troncos esparcidos por
las isletas centrales en el entorno del viejo puente que da nombre al
barrio y que se encuentra al final mismo de la avenida principal –la
calle Real– rodeado de viviendas situadas casi al borde.
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